Acaros en los cultivos
Para entrar al tema de los ácaros tenemos que entender primeramente que son los acaricidas.
Acaricidas
Son los productos que sirven para matar ácaros o arañuelas. Estas no constituían antiguamente plagas apreciables, por estar controladas por sus enemigos naturales (muchos de ellos son otros ácaros). Ha sido principalmente el empleo masivo de insecticidas el que ha ido rompiendo ese equilibrio natural, «liberando» a ciertas especies de ácaros de la acción de sus enemigos naturales y permitiendo que se conviertan en plagas.
Asimismo, hay productos fitosanitarios cuyo uso favorece la multiplicación de los ácaros. Existen acaricidas que sólo tienen esa acción, y hay también insecticidas y fungicidas con acción acaricida (muchos fungicidas antioídio, por ejemplo, tienen efecto acaricida). Hay unos con excelente acción sobre las larvas y los adultos, pero no sobre los huevos, y otros que son buenos ovicidas pero no matan a las larvas ni a los adultos. Cuando queramos una acción total, habremos de mezclar un buen ovicida con un buen larvicida adulticida, o emplear un acaricida completo, que también los hay.
Asimismo, y al hablar de los diferentes acaricidas a los que se alude en este libro, veremos que a veces se dice que uno es eficaz contra Eriófidos, otro contra Tetraníquidos, etc., o sea, que dentro de los acaricidas hay «especialidades». Todo ello quedará de manifiesto en cada artículo dedicado a acaricidas concretos. Algunos de los más importantes acaricidas existentes son: Tedión o Tetradifón, Kelthane o Dicofol, Clorobencilato, Oxifernbutaestaño, Clorfensón, Amitraz, Benzomato, Bromopropilato, Fenazaflor, Plictran, Torque, Tioquinox, Triciclestán, Pentac, Azocyclotín, Omite, etc. Y algunos insecticidas o fungicidas con acción contra ácaros: Azufre, Dinocap o Karathane, Mancozeb, aceites, oleofosforados, Morestán, Binapacril, Endosulfán, Bidrín, Tritión o Carbofenotión, Diazinón, Dimetoato, Etil y MetilAzinfos, Fentoato o Cidial, Formotión o Anthio, Fosalone o Zolone, Fosdrín, Azodrín, Fosfamidón, Mesurol, Metamidofos o Tamarón, Metasystox, Metomilo o Lannate, Neorón, Ometoato, Oxamilo, Tiometón o Ekatín, Triazofos, Vami-dotión, Aldicarb o Temik, etc.
Acaro del tomate
Son animales de pequeño tamaño pertenecientes al Tipo Artrópodos, Clase Arácnidos. En España, los principales ácaros o arañuelas perjudiciales para los cultivos pertenecen a dos familias: Tetraníquidos y Eriófidos. Dentro de la primera se encuentran la Araña Roja (Tetranychus urticae), que es quizás la más extendida de todas, pues ataca a todo tipo de frutales, hortalizas, plantas industriales y ornamentales, etcétera, y la Araña Roja de Frutales y Vid (Panonychus ulmi). De entre los Eriófidos, constituyen las plagas más importantes Vasates lycopersici o Acaro del Tomate.

Eriophyes vitis y E. piri o Erinosis de la Vid y del Peral, el Badoc del Avellano (Eriophyes avellanae) y el Acaro de las Maravillas del Limonero (Aceria sheldoni). A continuación dedicaremos unos brevísimos comentarios a cada uno.
Arañas rojas: En su estadio adulto tienen ocho patas, como la inmensa mayoría de los ácaros (excepto los Eriófidos); pero los estadios larvarios presentan tres pares de patas únicamente. Son de color rojo, si bien sus primeros estadios móviles pueden ser amarillo-rojizos. En el momento de su máximo desarrollo alcanzan 0,25-0,5 mm, por lo que resulta difícil verlos a no ser que se observen detenidamente los órganos atacados (frutos u hojas), en cuyo caso se ven unas minúsculas arañuelas rojizas de gran movilidad.
Cuando atacan a frutales, vid y cítricos invernan generalmente en estadio de huevo, protegidos en las grietas de la corteza, etc., y cuando llega el buen tiempo los huevos avivan y las larvas nacidas de ellos se trasladan a las hojas, donde comienzan por atacar el envés, produciendo en él con sus picaduras un fino punteado amarillento o parduzco según las plantas.
La hoja adquiere primero una tonalidad verde apagada, que posteriormente se torna parda; si el ataque continúa se produce la caída de la hoja. Si existe gran número de individuos, pasan al haz de las hojas y a los frutos, donde producen daños similares a los ya descritos. Cuando atacan a cultivos hortícolas, los ácaros infectan a las plantas en el mismo semillero, o bien en el terreno de asiento, pasando a las hortalizas desde las malas hierbas cercanas; el color que adquieren las hojas atacadas suele ser más amarillento que en el caso de los frutales y cítricos.
Las arañas rojas son muy prolíficas y tienen bastantes generaciones al año, ya que en condiciones favorables de clima (humedades bajas y temperaturas altas) puede transcurrir todo el ciclo de cada generación en unos 15 a 30 días nada más.
Las arañas rojas son muy prolíficas y tienen bastantes generaciones al año, ya que en condiciones favorables de clima (humedades bajas y temperaturas altas) puede transcurrir todo el ciclo de cada generación en unos 15 a 30 días nada más.
Esto da una idea clara de la peligrosidad que reviste la presencia de un pequeño número de ácaros en momentos en que las condiciones ambientales les sean favorables, ya que en pocos días pueden multiplicarse de tal forma que lleguen a invadir una plantación y producir en ella graves daños. Eriófidos: Como ya dijimos, se diferencian de los demás ácaros en que sólo tienen cuatro patas, son de formas alargadas en vez de globosas y de colores blancuzcos o amarillentos.
El Acaro de las Maravillas del Limonero (Aceria sheldoni) se instala dentro de los botones flora-les, produciendo con sus picaduras unas de-formaciones en el ovario tales que, al ir creciendo luego el fruto, éste presenta formas extrañas muy llamativas. El Badoc del Ave-llano (Eriophyes avellanae) se introduce en las yemas florales y vegetativas, distinguiéndose fácilmente las atacadas de las sanas por su mayor tamaño; dentro de una misma yema puede llegar a haber gran cantidad de individuos; debido al ataque, las yemas acaban cayendo.

Eriaphyes, ácaro causante de la Erinosis, y que, como se ve, no tiene ocho patas como los demás ácaros.
Eriaphyes, ácaro causante de la Erinosis, y que, como se ve, no tiene ocho patas como los demás ácaros.
Erinosis de la Vid (Eriophyes vitis) y del Peral (E. piri) pican las hojas, produciendo en el haz unas abolladuras, agallas o abultamientos, que se vuelven rojas y luego negruzcas, y a las que corresponden en el envés unas manchas blancas afelpadas y vellosas, que más tarde enrojecen. Los síntomas aparecen en Primavera, y en la vid basta con arrancar las primeras hojas afectadas para contener la propagación, ya que esta plaga no produce daños de importancia generalmente (sólo resulta peligrosa en plantaciones jóvenes y en viveros, y cuando ataca raramente a las flores, produciendo el corrimiento del fruto). En el peral (al manzano no suele atacarle) tampoco es plaga peligrosa, salvo en los raros ataques intensos, con caída de frutos antes de madurar y de hojas. El Acaro del Tomate (Vasates lycopersici) ataca al envés de las hojas, que toman un brillo plomizo, acabando por secarse y caer. Otros ácaros: Dentro de una tercera familia, los Phytoptipalpidae, se encuentra la Araña Roja de los Agrios (Brevipalpus phoenicis), de menor importancia que los anteriores, y que produce unas manchas pardas en la cáscara de los frutos.
Lucha para combatir los ácaros (especialmente los Tetraníquidos)
Se debe procurar no repetir el mismo producto en varios pases, ya que estos diminutos animales suelen adaptarse rápidamente a un producto determinado, apareciendo razas resistentes al mismo. También habrá de tenerse en cuenta que los ácaros tienen numerosos depredadores, muchos de los cuales son también ácaros, de tal manera que si los matamos con los plaguicidas empleados produciremos indirectamente un aumento de la plaga.

Uno de los productos más contraindicados en este sentido es el Sevín o Carbaril. Los tratamientos invernales, antes de hinchar las yemas, contra la Araña Roja de Frutales y Vid, a base de aceites de invierno y aceites amarillos son muy recomendables, ya que eliminan gran número de huevos. En hortalizas y cítricos, estos tratamientos no se pueden dar, y habrá que esperar a que se adviertan los primeros focos, sin esperar a que la infección se extienda, pues como queda dicho su gran capacidad de multiplicación es muy peligrosa. Brevipalpus phoenicis será tratado con iguales criterios.
Uno de los productos más contraindicados en este sentido es el Sevín o Carbaril. Los tratamientos invernales, antes de hinchar las yemas, contra la Araña Roja de Frutales y Vid, a base de aceites de invierno y aceites amarillos son muy recomendables, ya que eliminan gran número de huevos. En hortalizas y cítricos, estos tratamientos no se pueden dar, y habrá que esperar a que se adviertan los primeros focos, sin esperar a que la infección se extienda, pues como queda dicho su gran capacidad de multiplicación es muy peligrosa. Brevipalpus phoenicis será tratado con iguales criterios.
En cuanto a los Eriófidos, trataremos el Acaro de las Maravillas cuando se inicie la brotación; el Badoc a finales de Invierno, antes de que las nuevas yemas sean invadidas; las Erinosis del Peral y la Vid no suelen requerir tratamiento; y el Acaro del Tomate se comenzará a tratar al advertir los primeros síntomas en las hojas.
En lo que se refiere a los productos a emplear, leer atentamente todo lo dicho en el artículo sobre ACARICIDAS. Contra las arañas rojas son eficaces todos los indicados allí, y contra los Eriófidos especialmente el Azufre, el Clorobencilato y el Endosulfán
En lo que se refiere a los productos a emplear, leer atentamente todo lo dicho en el artículo sobre ACARICIDAS. Contra las arañas rojas son eficaces todos los indicados allí, y contra los Eriófidos especialmente el Azufre, el Clorobencilato y el Endosulfán
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